Coaching Familiar para tu empresa

Empleado y empleada (persona que tiene trabajo y del verbo «emplear» que quiere decir implicar, contratar, dar trabajo).

No nos saltemos la primera palabra «persona», es decir, un ser sociable que vive y se desarrolla en sociedad e individuo de la especie humana. Ummm, «individuo de la especie humana», toma ya! Esto es, individuo emocional y racional. Es decir, la persona es un compendio de características sociales y emocionales que lo diferencia del resto de las especies mamíferas con su racionalidad y pensamiento. Bueno, esto último podría ser cuestionado. Sabemos lo que sabemos y de momento, con lo que sabemos pues vamos tirando.

Concretando…tenemos a una «persona» que tiene trabajo y está «implicada» en realizar una tarea específica en nuestra empresa. Pero sabemos, y creo que a nadie se le escapa, que esa persona social tiene una vida «social» tanto familiar como de círculo de amistades. Debe aprender a convivir y a hacerlo de la mejor manera posible. A veces, algunas tienen que aprender, no sólo en su vida personal sino también, en su vida profesional y para esto, las empresas con sus áreas de RR.HH y acciones de Comunicación Interna, trabajan en idear nuevas iniciativas enfocadas a los emplead@s para que todo esto repercuta en la creación de entornos laborales agradables, comunicativos, de interacción y aportación individual, colectiva, etc., buscando un desarrollo personal en sus colaboradores que acabe en el beneficio empresarial. Normalmente se cuenta con colaboradores externos que puedan ayudarles con el personal de trabajadores y trabajadoras en el área de la empresa; coaches (profesionales que guían en el desarrollo de habilidades nuevas) o psicólogos (profesionales de la salud mental que estudian los sentimientos, comportamientos) así, a grandes rasgos.

Gracias a estas iniciativas y aportes que una organización realiza de cara a las personas que trabajan en ella, los empleados y empleadas se sienten más integrados, y sobretodo, o al menos debería de ser así, más valorados y siginificantes para su empresa. Si se hace bien, deberían sentir más vínculo con el propósito de la empresa y más conexión con los valores corporativos.

Hemos comenzado este artículo con «demos un paso más»… pero ¿hacia dónde?…

–hacia el trabajador/a en su totalidad como persona. Hacia el sistema completo que rodea y forma parte de una persona que tú tienes como trabajador o trabajadora y que posiblemente, si has puesto en práctica la teoría de sistemas sabes que dentro de la empresa funciona y mejora el rendimiento, capacidad, creatividad, resolución de conflictos, etc., pero es que la persona es mucho más de lo que demuestra en su tarea diaria en el trabajo; es un mix de experiencias personales, creencias, límites personales y realidades que trae de serie desde antes de entrar a formar parte de tu plantilla.

Cómo coaches y psicólogas que trabajamos en este proyecto, podemos definir tres características que marcan el comportamiento social de las personas:

  • Los valores
  • La educación recibida (creencias)
  • y el propósito de vida

Seguramente a alguien se le ocurrirá alguna más según su perspectiva y su realidad, nosotras nos quedamos como base de la pirámide con estas tres. Desde aquí se construye y también se inicia el cambio.

Los valores y la educación recibida van de la mano y el propósito de vida se averigua con trabajo y autoconocimiento, pero los tres son creados desde la familia (aunque se pueden cambiar, por supuesto).

Las empresas cada vez están más comprometidas con la conciliación familiar y laboral y saben que, cuando una organización muestra una empatía con esta parte del trabajador o trabajadora, la persona se compromete más. Tu das, yo te devuelvo. Tu comprendes, ayudas y apoyas, yo incluso, te devuelvo más de lo que esperabas en un principio. Y esto está genial!!

¿Qué tal entonces, si me comprometo más como empresa y te apoyo en tu área familiar?, ¿y si te ofrezco herramientas que te ayuden a que tu vida familiar sea mas próspera?, ¿y si te guío para que la educación de tus hijos o hijas sea un camino más de comprensión y de menos frustración o estrés? ¿y si, en definitiva, pongo el valor de la FAMILIA dentro de mi empresa?

El día a día de una madre o padre trabajador que además es compañero o esposa o futuro progenitor, marca, estabiliza o desestabiliza en gran parte la actitud de una persona. Esto es como no llevarte el trabajo a casa. Puede que no te lleves el trabajo físico, o más digamos, práctico, pero el pensamiento sobre alguna tarea, momento, o empeño futuro sí te va a acompañar en algún rato el resto del día. Pues ahora bien, es lo mismo que: «no te lleves al trabajo tus circunstancias personales, de pareja o de hijos»…tampoco es posible.

Y eso que sabemos que con nuestros diferentes «yoes» nos comportamos de manera distinta en nuestra casa, con nuestra pareja o con nuestros amigos o compañeras de trabajo. Gracias a esto tenemos diferentes facetas según el entorno en el que nos encontremos, pero, que todo nos forma y nos construye. Somos un TODO (recuerda, teoría general de sistemas y sistema holístico).

Que te digan entonces, que el que tu adolescente de 14 años suspende casi todo, el tutor quiere hablar contigo y tu pareja no te ayuda. CONFLICTO. Pero tú eres capaz de trabajar y aislarte como si esto formara parte de la vida de otra persona…¿en serio?

Tù como empresa ¿crees que esto no afecta en nada a su cometido laboral? ¿crees que tampoco afecta a su relación con sus compañeros por mucho coaching organizacional que estés realizando? Pues es muy posible que esté afectando a su autoestima o creencia de valor personal porque en su vida privada se siente incapaz de superar o solucionar una circunstancia familiar y por lo tanto su nivel de energía y de aporte de creatividad y empoderamiento está bastante tocado.

Si las personas con las que colaboramos en nuestro entorno laboral, ya sean empleados o colaboradores externos, y con las que tenemos establecidos vínculos más o menos cercanos dentro del desempeño de la tarea en la que se comprometieron con la empresa y con nosotros, se sienten bien gracias a nuestra forma de liderar, de emplear tiempo en querer mejorar el entorno de trabajo, el compañerismo, la inclusión, la diversidad, la mejora personal, etc., a través de diferentes acciones dirigidas a ellos y a ellas, ¿cómo crees que podría influir si se añade un aporte de consideración hacia todos los que son padres y madres o están pensando en serlo? Sabemos que la conciliación familiar es un valor importante dentro de una compañía, pero ¿y si les ofrecemos herramientas que les ayuden y les guíen en esa relación familiar, relación con sus hij@s? ¿cómo crees que podría influir en la consecución de tus objetivos empresariales? ¿cómo influiría en la cultura de tu organización?, ¿en el cuidado de las personas que forman una empresa? Si; demos un paso más en el cuidado externo de nuestr@s trabajodr@s porque esto influirá directamente en el cuidado interno de nuestra organización.

En todos los finales e inicios de año nos proponemos nuevos retos o decidimos crear nuevas iniciativas personales que, al fin y al cabo, nos lleven a una convivencia mejor que repercuta en nuestro bienestar. ¿Pero cuándo esto se puede producir? Uno de los consejos que parecen tener mayor éxito en todos estos nuevos propósitos es «el dar». Dar aunque no esperes recibir, porque cuando uno se da a los demás siempre recibe mucho más. Lo que se vuelve hacia nosotros es mayor de lo que hemos dado. Las recompensas o los movimientos de los demás son muchas veces inesperados y ofrecen más de lo que habíamos pensado o del resultado que queríamos obtener. ¿Por qué ocurre esto? Porque todos somos distintos y nadie puede vivir dentro de la cabeza, pensamiento o sentimiento de otra persona que no sea la nuestra. Por eso no sabemos cómo va a reaccionar o qué movimientos va a realizar cuando hacemos algo por otra persona. Las reacciones pueden ser tan grandes como seres humanos hay en el mundo, incluso diría que más…porque cada ser humano pasa constantemente por cambios a través de las diferentes fases de su vida, de lo que le ocurre y experimenta en cada segundo, minuto, hora o día. Así que…fíjate lo impredecible de SU reacción ante TÚ reacción, porque va a depender de una gran variable de factores personales y ambientales (su entorno).

¿HABLAMOS?

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